lunes, 4 de agosto de 2008

"H@blemos de futuro: periodismo de vanguardia"

Tomado de http://www.universia.edu.ve/

El Foro H@blemos de Futuro se instaló, gracias al apoyo de la Escuela de Comunicación Social de la Universidad del Zulia (LUZ), en el auditorio de la Casa del Profesor de esta prestigiosa institución venezolana. Estudiantes de Comunicación Social de las tres escuelas que funcionan en la región recibieron primicias y orientaciones profesionales por parte de los distintos invitados. Fecha del Evento: 25/07/2008

¿Periodista o actor?

El catedrático Javier Bernabé expuso las consecuencias de la excesiva actuación política por parte de los comunicadores sociales; además, comentó la fórmula ideal para lograr un periodismo objetivo e íntegro. Liliana Mata-Díaz/ Prensa LUZ

Javier Bernabé es coautor del libro Periodismo Preventivo, otra manera de informar sobre la crisis y los conflictos internacionales. “Uno de los graves problemas en el periodismo es la distorsión que se ha acentuado en los últimos tiempos en el rol del periodista que se viene desempeñando más como actor político, dejando atrás su papel como agente crucial para establecer canales de entendimiento y consenso social”.Bernabé defiende con ahínco la misión que tiene cada periodista en difundir la verdad de una manera integral, sin renunciar al rigor profesional que demanda más que afinidades políticas un compromiso con una sociedad cada vez más internacional, con medios de comunicación enlazados que llevan a cada instante mensajes a millones de receptores en centenares de países.La fórmula: rigurosidad, contraste y contextoEn el género informativo hay tres elementos que son básicos e imprescindibles para hacer periodismo: contrastar fuentes, contextualizar y ser riguroso en la investigación. “Si usted no incluye esos elementos entonces no está haciendo periodismo. Está haciendo otra cosa, ya sea literatura, opinión, teatro pero no está haciendo información”.Javier Bernabé considera importante determinar cuántas fuentes se contrastan en promedio en un gran reportaje, sea impreso o en televisión. “Lo ideal es contar por lo menos con diez fuentes, cinco correspondientes a cada posición en contraste”.Ese contraste de fuentes, sin duda, contribuiría a restar la polarización en los medios. “El periodista se limitará a recoger y contrastar cada fuente y no a fomentar, como actor político, una situación de conflicto porque esa no es su tarea por el contrario es una actitud deshonesta desde el punto de vista periodístico”.Asegura que el periodista actor más que informador es un fenómeno que se exacerba desde las década de los 90 y en muchos casos las escuelas de formación profesional han fallado a la hora de corregir esa distorsión.“En los jóvenes periodistas se observa una preocupante desinformación que trae como consecuencia un tratamiento poco profundo y menos riguroso del hecho informativo. El trabajo es más superficial y se deja de lado a la investigación”.Lo más grave es que se está tomando como norma el no contrastar las fuentes en los reportajes y en conformarse con una sola visión: la que más convenga al medio. “A los medios sólo les interesa vender la información de manera rápida, como si fuera una vulgar casa manufacturera de noticias”.A pesar de que es cuesta arriba para el periodista oponerse a la línea editorial, Javier Bernabé considera que si es posible hacer cosas diferentes a partir de un trabajo riguroso que sea una alternativa a la superficialidad. “Tenemos que acabar con la figura del periodista corta y pega; ese mismo que navega en Internet plagiando información de manera instantánea sin tomar en cuenta la calidad del trabajo”.

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